Hermia Y. Manelli.~

Adora su piel más que a nada. Hermia posee ese tono de piel típico de los Jamaicanos; un colorcito oscuro. Es lisa y fina, con un tacto suave, ya que se la cuida muchísimo, intentando que no se noten esas marcas que se hacía cuando no llegaba a los quince años. Sus ojos son almendrados, con un color café profundo, llegando al negro. Muchas veces van decorados con una delgada línea negra, colocada de manera que le rodea los ojos, además, suele llevar rimmel para hacer más largas esas pestañas rizadas que tiene.

Tiene una melena no demasiado larga, llega por debajo de los hombros, pero es completamente rizada. De color negro azabache. Suele alisarlo o ponerse extensiones, haciendo que le quede sobre la cintura. Una chica de labios algo gruesos y oscuros, los cuales suele pintar de colores tanto oscuros como claros, dándole un tono más tierno a esa gran sonrisa que muestra. No es muy alta, debe medir el metro setenta y dos, pero se siente bien con su cuerpo y altura. Es de complexión delgada, por lo tanto, se puede poner todo tipo de ropa sin preocuparse de nada.

El carácter de Hermia es muy simple, fácil de entender y de sobrellevar. Se ha ganado el respeto de sus más allegados gracias a su personalidad. decidida, segura de si misma y con pocas ganas de dejarse vencer, es en realidad una mujer atrevida y alocada, que adora vivir cada segundo y cada minuto como si estos fuesen los últimos de su vida.

Le cuesta demasiado confiar en los demás, ante una nueva amistad siempre procura mostrarse distante, quizá porque a lo largo de su vida se ha llevado algún que otro batacazo que preferiría no revivir. Si eres uno de los afortunados que logra ganarse su corazón ten por seguro que Hermia siempre te defenderá a capa y espada. porque sus amigos y su familia son su mayor tesoro, su bien más preciado y por ellos es capaz de hacer cualquier cosa.

Presume además de una facilidad innata para escuchar y dar consejos, así que supongo que esa cualidad ha influido en su continúa preocupación por cómo se sienten los demás. siempre intentará hacerte reír cuando lo necesites, estará dispuesta a escucharte cuando quieras desahogarte e intentará ayudarte siempre.. Es muy cotilla, muchísimo diríamos, y lo mejor de todo esto es que no esta interesada en vidas ajenas pero aun así es capaz de guardar un secreto y espera que tu también puedas guardarle los suyos.

A menudo comparte sus opiniones sin tapujos y sin pensar en que sus comentarios pueden afectar a los de su entorno. No intentes engañarla ni mucho menos traicionarla porque puede que entonces conozcas la cara más amarga de Hermia. La venganza se sirve en plato frío y eso es algo que siempre ha tenido muy claro, no le importará sacrificar una amistad con tal de salir ganando.

Odia que le digan lo que tiene que hacer y cómo debe comportarse porque se considera a sí misma una mujer responsable e independiente, capaz de sobrellevar un grave problema sin la ayuda de nadie. Y si aceptas consejos déjame darte uno: jamás se da por vencida, siempre intentara cumplir todos sus propósitos. no importa cuántos obstáculos tenga que vencer para conseguirlo, sea lo que sea.

Si no le caes bien o siente cierta hostilidad hacia tu persona no te tratará mal pero tampoco esperes que esté de buenas de la noche a la mañana porque es muy orgullosa y a menudo se muestra indiferente ante los que la critican o la odian.

Hermia es hija única, sí, pero fue lo que sus padres menos querían. Desde un principio siempre la odiaron, por ser un error al que no abortaron, por su forma de ser y cómo había salido. El colegio no lo pasó nada bien. Era el hazmerreír por ser más inteligente y alegre con todo el mundo a pesar de aquella vida que tenía. Fea, gorda, negra estúpida, eran muchos de los insultos que ella recibía de sus compañeros, pero para ella, nada de eso era verdad. Con la edad de diez años, su padre, Abdul, conoció a un hombre muy rico, Italiano, que tenía un hijo de diez y nueve años. Hermia nunca tuvo ningún aprecio por aquellas personas, pero al fin y al cabo, tenía que ser buena y fingir una sonrisa.

Fue a los catorce que su padre, junto a su madre, decidieron casarla con ese chico, ya mayor de veinte años, para librarse de ella. Hermia sólo se negaba, rogaba llorando que no la obligaran a casarse con él, pero ya lo habían decidido. No estaba nada feliz de haber dejado la escuela para casarse con un hombre que no conocía y que sabía qué intenciones tenía. La boda pasó y los padres lo único que querían de ese chico era el dinero de su padre, así que siempre que podían, se hacían ver para llamar la atención. La chica no quería ni verles, les odiaba, a muerte. Las noches para Hermia no eran fáciles. Debía dormir con aquél chico, y él no la dejaba. Fue violada más de una vez, y en un caso, Ches, su marido, la obligó a abortar a golpes. Eso le provocó un trauma muy fuerte durante mucho tiempo. Cuando nadie la veía vomitaba la comida, se cortaba las muñecas e intentaba tirarse de los altos balcones, pero nada funcionaba. Padeció anorexia, Ches le pidió a un psicólogo que la ayudara a superarlo para poder volver a las andadas...

Lo pasaba fatal. Estaba harta y no podía más. Con diez y siete años se cansó y una noche escapó del país, dejándolo todo detrás. No tenía nada que hacer, sabía que en algún momento acabaría muriendo de hambre o se suicidaría, pero su salvación llegó cuando un día, de alguna manera, se daba más o menos cuenta de lo que la gente quería de ella cuando le hablaban. Dándose cuenta de eso, probó el hipnotismo y demás trucos, cosa que le hizo, por casualidad a lo mejor, encontrar el circo. En un principio no tenía ni la menor idea de si lo que hacía estaba bien, pero poco a poco fue practicando y mejorando a la vez, lo que le hizo un puesto fijo en el Midnight Circus.